Villavicencio - Meta
Fuente Revista Semana
La Fiscalía General de la Nación judicializó a nueve personas, presuntas integrantes de una estructura delictiva denominada Alta Gama, especializada en matricular vehículos con documentación falsa.
Se presume que contaba con la colaboración de algunos funcionarios de diferentes Secretarías de Tránsito, quienes supuestamente asumían competencias que legalmente no tenían, como lo es la inclusión en el RUNT de los detalles de los vehículos y declaraciones de importación.
En la investigación que adelanta un fiscal de la Estructura de Apoyo de la Dirección Seccional de Bogotá, con apoyo de la Policía Judicial Dijín, se estableció que se matricularon de forma fraudulenta 49 vehículos.
Los detenidos fueron identificados como: Javier Levy Orozco Benavides y Claudio Martín Valera Bolívar, Graciela Rosas Chona, Jennifer García Martínez, Ana Balbina Muñoz Mendoza, Diana Constanza Forero Zabala, Manuel Gaspar Pérez Morales, Maribel Sánchez Moreno y José Manuel Benavidez Caro, a quienes se les imputaron cargos por los delitos de concierto para delinquir, falsedad material en documento público, fraude procesal, uso de documento falso y receptación.
A lo largo de Latinoamérica se extendió una red de robo de vehículos y autopartes que a través de trampas comercializaba lo hurtado de un país a otro. Las dimensiones de ese entramado quedaron expuestas por una operación que incluyó a la Interpol, la Ameripol y autoridades de cada uno de los 9 países participantes, entre esas la Policía y la Fiscalía colombianas.
Fueron 10 días de allanamientos desde México hasta Argentina, que concluyeron con la desarticulación de 81 presuntas estructuras delincuenciales, la captura de 1.016 personas y la recuperación de 1.065 carros, 2.585 motos y más de 11.000 autopartes.
Solo en Colombia, según el general Jorge Nieto, director de la Policía, “las operaciones conjuntas permitieron esta vez en Colombia la recuperación de 386 vehículos y 1.189 motocicletas, avaluados en 25.000 millones de pesos, y de 1.561 autopartes”.
Esas cifras dan cuenta del poder de estos grupos, cuya forma de operar también quedó expuesta. Solo en el país se desarticularon 18 bandas y se capturaron a 249 personas sospechosas de integrarlas, en 14 capitales y 21 municipios.
Las investigaciones apuntan a que los grupos robaban los vehículos a través de dos modalidades: halado y atraco. Luego de alterar sus identificaciones, los delincuentes los enviaban a las capitales más grandes, como Bogotá, Medellín o Cali, donde era comercializados. Pero también los hacían llegar a los países vecinos, especialmente a Ecuador y Perú.
Allí eran matriculados de manera irregular, con la presunta complicidad de algunos funcionarios estatales de esos países. Según las pesquisas, los automotores eran movidos por vías terrestres y marítimas y con documentos falsos.
No era la primera vez que se hacía una operación transacional de esta magnitud. El año pasado, en una primera fase de este plan, ya se habían materializado 334 capturas y se recuperaron 700 vehículos en 12 países del centro y el sur del continente.
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